El pasado lunes 10 de agosto celebré mi 23º cumpleaños. Fue muy especial, ya que no esperaba una bienvenida tan cálida, y con los amigos que he hecho ha sido todo un placer.
A falta de una, recibí dos postales, y al llegar a clase de holandés, mis compañeros me cantaron Lang zal je lieve.
Por la tarde, después de la "excursión urbana", es decir, un partido de volley frustrado por culpa de la lluvia, fuimos a casa de Cata y preparamos chili con carne para cenar. ¡Estaba buenísimo! Me regalaron una botella de vino español (los alemanes no tienen paladar y dicen que siempre me estoy quejando). No cabe decir que lo acompañamos con cerveza holandesa.
Fue una noche muy divertida y especial y, sin duda, uno de mis mejores cumpleaños. Anoche celebramos la post-fiesta, con tanto o más éxito que el anterior día. Como siempre, dejo algunas fotos para el recuerdo.
A falta de una, recibí dos postales, y al llegar a clase de holandés, mis compañeros me cantaron Lang zal je lieve.
Por la tarde, después de la "excursión urbana", es decir, un partido de volley frustrado por culpa de la lluvia, fuimos a casa de Cata y preparamos chili con carne para cenar. ¡Estaba buenísimo! Me regalaron una botella de vino español (los alemanes no tienen paladar y dicen que siempre me estoy quejando). No cabe decir que lo acompañamos con cerveza holandesa.
Fue una noche muy divertida y especial y, sin duda, uno de mis mejores cumpleaños. Anoche celebramos la post-fiesta, con tanto o más éxito que el anterior día. Como siempre, dejo algunas fotos para el recuerdo.
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